La vida nos pone a prueba continuamente, ella es como un mar de olas y tenemos que aprender a surfear.
“En esta vida hemos venido a aprender o a aprender”.
Somos alumnos de la vida y aprendemos de lo que vamos experimentando a lo largo de nuestra vida, nos guste o no nos guste.
Al final siempre tenemos que aceptar aquella situación que ha llegado a nuestra realidad que quizás no sea de nuestro agrado y transmutarlo en luz, en amor, o en algo positivo para crear una nueva vida.
Somos seres espirituales viviendo una experiencia humana.
Nuestras almas eligen a nuestros padres y planean encuentros con las personas que nos ayudaran a llevar a cabo nuestro propósito de vida.
Durante estos primeros años de vida somos como esponjas que absorbemos todo lo que ocurre en nuestro alrededor.
Aprendemos los hábitos subconscientes en un entorno que es una mezcla de cosas negativas y positivas.
Por eso tenemos creencias positivas que nos ayudan a lo largo de nuestra vida y también creencias limitantes que también a veces nos pueden hacer el camino muy complicado.
Por si esto fuera poco, tenemos memorias y programas que pueden venir inclusive de nuestras vidas y de nuestros ancestros.
Cada amanecer tenemos la oportunidad y la capacidad de reescribir una historia más consciente y así vivir una vida mágica y maravillosa.
Cuando somos conscientes de los programas mentales que nos limitan y los cambiamos por nuevas creencias, es como volver a nacer a una nueva vida basada en la pasión y la ilusión tal como la viven los niños. Para poder reescribir esta nueva vida hay que hacer un largo viaje hacia nuestro interior para descubrir cómo funciona nuestra mente, nuestras emociones y como nuestra forma de pensar, ha consolidado la realidad que vivimos hoy, porque la vida que vivimos actualmente es el resultado de lo que pensamos, sentimos y actuamos, y estas, a su vez, van cogidas de la mano de nuestra actitud y de nuestras creencias.
¿Cuántas veces te has preguntado por qué no vives la vida de tus sueños?
Esto tiene mucha relación con tu actitud y con tus creencias.
La actitud es la manifestación o el ánimo con lo que nos afrontamos a una determinada situación, puede ser a través de una actitud positiva o de una negativa.
La actitud positiva te permite afrontar una situación enfocándote únicamente en los beneficios de la situación, la cual atraviesas y afrontar la realidad de una forma sana, positiva y efectiva.
La actitud negativa no te permite sacar ningún provecho de la situación que estás viviendo, la cual te lleva a sentimientos de frustración, con resultados desfavorables que no te permiten alcanzar los objetivos trazados.
La confianza y la fe salen cuando estás por debajo de la ola del mar y no entiendes qué te está pasando.
Te haces mil preguntas, en el caso de la salud y en mi propia experiencia: “soy una persona sana, cuido mi alimentación, tengo pensamientos positivos, soy una persona consciente, una buena persona, hago deporte…”
y la pregunta sería: ¿POR QUÉ A MI ME FALTA SALUD?
No hay respuestas.
Solo confiar y tener fe, que todo es para fin de bien.
Aprende a pensar que todo tiene un sentido y todo lo que te está pasando es para algo mejor. Seguro que tiene una buena finalidad, aunque en este momento seas incapaz de verlo.
Por este motivo confío que la Divinidad pase por delante de mis pensamientos.
Ella sabe lo que es mejor y perfecto para mí, de hecho, se dice que, si quieres que la Divinidad se ría, tienes que hacer muchos planes y al final será lo que la vida decida.
Como decían mis abuelos “será lo que Dios quiera”.
Te comparto una oración por si te sirve de ayuda. A mí personalmente me conecta con la paz.
Yo soy
Yo soy confianza
Yo soy fe
Yo soy salud
Yo soy expansión en todas las facetas de mi vida
Yo soy la divinidad cuando estoy fuera de programa
ORACIÓN PARA CREAR CONFIANZA EN UNO MISMO Y EN LA DIVINIDAD
Divinidad, por favor, pasa tu primero
Divinidad, habla tu primero
Divinidad, actúa tu primero
Divinidad, ilumina mi vida con tu amor
Divinidad, enséñame el camino
Lo siento, perdóname, te amo, gracias.
¡RECUERDA!
JUNTOS EXPANDIENDO AMOR DESDE NUESTRO PROPIO CORAZÓN.
La paz, el amor y la gratitud comienzan por uno mismo.
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.