Culpa o Responsabilidad

¿Te has sentido alguna vez culpable? 

¿Te has dado cuenta de que cuando te comparas a algo o a alguien el miedo o la culpa siempre están presentes? 

¿Eres consciente que sentir culpa te genera un estado de sufrimiento continuo?

Lamentablemente, todos sentimos culpa en algún momento de nuestra vida, a menos que seas una persona muy conectada con tu SER SUPERIOR y ya la hayas transmutado en luz y amor. 

La culpa es como un veneno que nos corroe por dentro. 

Es un lastre que aparece en nuestra mente, en nuestro vocabulario, en nuestras acciones. 

Nos hace sentir pequeños y débiles conectándonos con el sufrimiento. 

La culpa es el vehículo que utiliza el ego (nuestro ser inferior) cuando tiene miedo. 

El ego es muy astuto y hábil, está automatizado y sale solo. 

Hay dos tipos de culpa: 

La que sentimos en nuestro interior a través de mensajes aterradores “no has sido una buena madre, te has equivocado, no has sido correcta con esta persona, eres poco amable, siempre cometes los mismos errores, nunca aprenderás…” 

Y “la culpa colectiva o que proviene del exterior, que no es más que la proyección de nuestros propios residuos emocionales”. 

Cualquier excusa es buena para proyectarnos hacia fuera y culpar al vecino, al profesor, a la pareja, al hijo, al padre, al amigo, al conductor del coche de delante… 

¿Cuántas veces has proyectado tu ira y tu rabia hacia otra persona sin que este tuviera la culpa de nada? 

Tomar conciencia es darte cuenta de estos errores que hemos creado por no escucharnos y hacer todo lo contrario. Es más fácil culpar a los demás como si uno tuviera la verdad absoluta. 

¿Por qué nos pensamos que nosotros tenemos la verdad? 

Porque a lo largo de los siete primeros años de vida vamos creando nuestra personalidad en base de todo lo que aprendemos de nuestros padres, familia en general, maestros, vecinos, amigos, etc. 

Y así gota a gota, vamos construyendo nuestra propia verdad sobre nosotros mismos a través de las creencias y pensamientos que a la vez van nutriendo nuestro subconsciente. La sociedad ha creado un arquetipo de personaje que, sin darnos cuenta, todos nos miramos en este modelo y nos comparamos, y aquí es donde nace el sufrimiento. 

La vida es demasiado hermosa para no vivirla con plenitud, cada persona es única y maravillosa tal y como es; sin embargo, esto no nos lo enseña nadie. Nos pasamos la vida comparándonos con los demás y sobreviviendo hasta que tomamos consciencia de ello. 

Hoy quiero compartir una herramienta que te puede ayudar a sentir paz en tu corazón y se basa en cambiar la palabra CULPA por RESPONSABILIDAD. 

Según la filosofía ancestral de Ho’oponopono nosotros somos seres de luz creadores. Cuando nos damos cuenta de ello y eliminamos la culpa de nuestras vidas, esta se transforma para bien. Una de las premisas del Ho’oponopono es que somos cien por cien responsables de nuestras realidades. 

A través del Ho’oponopono cogemos las riendas de nuestra vida. Al sentirnos responsables, no culpables, también nuestras emociones cambian y nos sentimos más libres y amorosos. 

Sergio Marina en su libro “Del miedo a la libertad” nos propone hacer una práctica que puede ser muy reveladora y a la vez muy transformadora. Coge una hoja de papel en blanco y un lápiz, escribe todo aquello por lo que te sientes culpable y también lo que está afectando a tu vida y si consideras que es responsabilidad de algo o de alguien externo. 

Por ejemplo: 

me culpo de no haber ayudado a mis hijos a seguir estudiando. 

Culpo a X de mis problemas económicos. 

Culpo a la sociedad de no tener trabajo. 

Donde hayas escrito “me culpo de…” lo sustituyes por “soy responsable de…” y donde hayas escrito “culpo a X”, “soy responsable” y así sucesivamente. 

Ahora cierra los ojos y escucha a tu corazón. Estoy segura de que tu estado anímico es diferente y este está sintiendo paz y sosiego. Cuando hayas terminado este ejercicio solo te resta practicarlo cada vez que te sientas culpable de alguna acción, sea interna o externa. También puedes utilizar las declaraciones más importantes del Ho’oponopono: “lo siento, perdóname, te amo, gracias”, para limpiar tu subconsciente y liberar cargas. 

Recuerda que estas palabras son para ti, para sanar tu corazón, limpiar creencias limitantes y conectarte con el amor y la luz que ya eres. 

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS 

¡RECUERDA! 

La paz, el amor y la gratitud empiezan en tu propio corazón. 

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