Hablemos del miedo

HABLEMOS DEL MIEDO

¿Tienes miedo? 

¿Cuándo el miedo aparece quieres huir y desaparecer? 

¿Te sientes a veces entre la espada y la pared? 

Las palabras claves en este tiempo que estamos experimentando son FLUIR Y CONFIAR, puesto que basta que soltemos un poco nuestros miedos y nos atrevamos a salir de nuestra zona de confort, para que las energías planetarias nos tomen y nos lleven hacia nuevos espacios y formas de hacer las cosas. 

Resistirse al fluir y al no confiar, nos ocasiona dolor y estrés emocional porque actuamos de acuerdo con nuestras creencias limitantes y nos mantenemos en nuestro antiguo paradigma. 

Cuando estamos en una turbulencia, en un momento de caos, o en medio de una tormenta, es cuando debemos soltar y confiar. Con el tiempo todo tendrá sentido y el aparente caos se transformará en calma. 

Evidentemente, hay muchos tipos de tormentas y todas necesitan su propio tiempo y su espacio. 

Sin embargo, la clave es la fluidez, confiar en la vida, permitir moverse y adaptarse de la misma manera que el agua lo hace, sin resistirse a los cambios y a las nuevas energías. 

Hay que hacer cosas distintas, renovarse a sí mismo y crear nuevos caminos. 

El miedo nos lleva siempre a activar nuestro propio mecanismo de defensa y huida. A veces de forma consciente y muchas veces de forma inconsciente, porque no queremos experimentar el miedo nuevamente. 

Estos movimientos internos son estrategias para escapar de los miedos, en unos casos negándolos, escondiéndolos, juzgándolos, excusándonos, rechazándolos, etc. 

En otros casos decidimos hacer acciones sustitutivas como mirar la televisión, leer un libro, distraerse con el teléfono, comer… Todo es válido con tal de no sentir el miedo a través de nuestro propio cuerpo. 

Cuando no queremos observarlos y sentirlos, lo que hacemos es todo lo contrario, en vez de eliminarlos, les damos más fuerza y los hacemos más grandes. 

¿Qué podemos hacer cuando aparece un miedo?

El primer paso es darnos cuenta de qué sentimos miedo. Simplemente, tomar consciencia de él, solo eso… Este paso es el más importante porque si no tomamos consciencia estamos huyendo tal y como he explicado anteriormente. 

El segundo paso es sentir, es decir, dar a este miedo su propio espacio para ser reconocido conscientemente. 

Tan solo nos tenemos que permitir sentir como circula por nuestro cuerpo y percibir todo su recorrido. 

Con el tiempo nos daremos cuenta de que cada miedo es diferente, todos tienen su propio movimiento y una sensación concreta. 

El tercer paso tras haber tomado consciencia del miedo y haberlo sentido es la aceptación. 

Debemos aceptar que tenemos miedo y sentirlo. 

La aceptación siempre nos conduce a la transformación y a la transmutación. Dicho de otro modo, nunca podemos transitar una situación si antes no hay una aceptación y en consecuencia una rendición. 

El cuarto paso tiene que ver con la práctica de la gratitud. Agradeceremos al miedo por mostrarnos nuestras zonas oscuras internas, por reconocerlo y aportar luz a través de la aceptación para poder transmutar el dolor en pura luz. 

Para finalizar: 

El quinto paso sería reconocer el amor que ya somos y felicitarnos a nosotros mismos por el camino recorrido. 

Comparto una oración de Ho’oponopono para que nos ayude a dar el espacio que necesite el miedo y a integrarlo de forma amorosa. 

Divina presencia, doy las gracias a todos y cada uno de los miedos que aparecen en mí mida porque son oportunidades de crecimiento interior. Que todos estos miedos se transmuten en pura luz y puro amor. Hecho está.

LO SIENTO, PERDÓNAME, TE AMO, GRACIAS. 

¡RECUERDA!

JUNTOS EXPANDIENDO AMOR DESDE NUESTRO PROPIO CORAZÓN. 

La paz, el amor y la gratitud comienzan por uno mismo. 

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

Deja un comentario

Este sitio esta protegido por reCAPTCHA y laPolítica de privacidady losTérminos del servicio de Googlese aplican.